Es de la cuestiones más complicadas de resolver cuando trabajo con agentes nuevos junto con la determinación, constancia y exceso de vanidad en posteriores etapas.
El miedo al rechazo es natural, pero no debe detenerte. Aquí tienes 4 claves para superarlo:
- No te tomes nada en plan personal. Un «no» no es un rechazo a ti, sino a la oferta. Separa tu valor personal de la situación.
- Enfócate en ayudar, no en vender: Cuando priorizas resolver las necesidades del cliente en lugar de cerrar una venta, el proceso se vuelve más natural y menos estresante.
- No es «no», es «no ahora»: Un rechazo hoy no significa que la oportunidad esté perdida para siempre. Mantén la relación abierta para el futuro.
- Respira antes de un cierre: Antes de pedir una decisión, respira profundamente. Esto calma los nervios y te ayuda a proyectar confianza.
Recuerda, cada «no» te acerca al próximo «sí». ¡Sigue adelante con seguridad y determinación!